Esta es una de las preguntas frecuentes en consulta. Durante muchos años cuando querías bajar de peso lo primero que hacías era eliminar el arroz, la pasta, la patata y el pan de tu alimentación. Esto permite ver una bajada de peso rápida y en poco tiempo, pero ¿y después? Una vez has alcanzado el peso deseado te lanzas a por todos los hidratos, tu cuerpo te lo pide y empiezas a recuperar el peso perdido ¿de qué te ha servido el esfuerzo?
Lo primero que te voy a contar es que, aunque normalmente cuando hablamos de carbohidratos te puede venir a la mente el arroz, la pasta o la patata y hay otros alimentos que también los contienen como es la fruta, la legumbre o los cereales.
Con el paso del tiempo y después de muchos estudios la realidad es que NO debes eliminar los hidratos de carbono, forman parte de una alimentación equilibrada. Eso sí, lo importante es tener en cuenta la calidad y la cantidad de los que consumes. Esto te va a permitir:
- una bajada de peso más lenta pero segura
- evitar problemas de ansiedad
- no echarlos en falta haciendo que resulte más sencillo.
La calidad
Siempre que puedas elige las versiones integrales porque llevan el grano entero. Te preguntarás, ¿y eso de qué me vale? Es muy sencillo, te va a aportar beneficios como la ingesta de vitaminas y minerales y, el principal, el aporte de fibra que te va a ayudar a saciarte y a retrasar esa sensación de hambre que tienes cuando escoges versiones refinadas. Tranquila, que no cunda el pánico te pongo algunos ejemplos de hidratos de baja calidad: baguette, pan blanco, pan de molde blanco, pasta y arroz no integrales, harinas blancas. Cuando son integrales tienen un color marrón oscuro y son mucho más contundentes. Recuerda que para llegar a introducir alimentos integrales debes hacerlo poco a poco.
Aviso navegantes: Un aumento de fibra muy brusco va a provocar cambios en tus hábitos intestinales pudiendo generar gases, diarrea e incluso estreñimiento si no se acompaña de suficiente agua y ejercicio así que ya sabes como dice la canción “pasito a pasito”.
La cantidad
Este es otro punto a tener en cuenta ya que va a depender del gasto que tengas a lo largo del día. No vas a poder comer lo mismo si trabajas ocho horas sentada y te pasas la tarde en el sofá que si te coges la mochila y te vas al gimnasio o si tienes un trabajo muy físico y tu gasto es elevado. En este punto seguramente sea donde más falles porque tenemos la costumbre de hacer un plato de hidratos con… y algo más cuando debería ser un plato de verdura con unos pocos hidratos.
Ansiedad
No me quiero olvidar de este punto en el post, pienso que es algo fundamental que siempre tenemos que tener en cuenta. La eliminación de los hidratos de carbono de la alimentación va a favorecer que tu cerebro lo considere un alimento prohibido y ¿sabes qué pasa? Bingo, seguro que acertaste, cuando más te prohíben algo más te atrae, más ansiedad te genera y en cuanto tienes la oportunidad lo atacas y comes como si no existiera un mañana. Lo malo de todo esto es que además de echar por tierra el esfuerzo que llevas hecho luego te vas a sentir culpable, le vas a dar muchas vueltas y probablemente dejes todo porque “total ya lo hice mal”, “no tengo fuerza de voluntad”, “no puedo hacerlo”, …. Esto genera frustración y el resultado final suele ser una pérdida de autoestima y confianza en ti misma porque lo has intentado muchas veces y nunca lo consigues, la pescadilla que se muerde la cola.
Si ya eres una persona que suele tener ansiedad y picotear bastante, eliminar los carbohidratos no te va a ayudar nada. Una buena opción en este caso sería acudir a un psicólogo para encontrar el motivo de esa ansiedad y tratarla además de buscar alternativas saludables para picotear e incluso cosas que te puedan ayudar a relajar y que no sean de comer.
Y para ir finalizando recuerda que si quieres bajar de peso y que esta pérdida se mantenga es importante que sea de forma lenta, progresiva, incluyendo todos los grupos de alimentos para conseguir que aportes toda la energía y nutrientes necesarios y, algo imprescindible, que se adapte a ti y a tu ritmo de vida.
