¿Empiezo a cuidarme en verano?

Antes de decidirte a cambiar tus hábitos de alimentación pasa un tiempo mientras la idea surge en tu cabeza, la valoras, le das vueltas, te decides, encuentras el momento apropiado para empezar y por fin das el paso. Una vez llegas a este punto y acudes a un profesional para que te ayude empiezan a aparecer cenas, cumpleaños y eventos varios hasta debajo de las piedras. Es posible que en más de una ocasión esos acontecimientos te hayan llevado a posponer ese cambio de hábitos para otro momento más adecuado, permíteme que te haga una pregunta: ¿cómo te sentiste con la solución? Si la respuesta es mal conmigo misma, decepcionada, frustrada (“siempre me pasa lo mismo”) sigue leyendo y la próxima vez lo afrontarás de otra forma.

No intentes cambiar todo de la noche a la mañana, ya que te va a generar ansiedad, agobio y abandono además de frustración, y pérdida de autoestima. Antes de nada, marcarte un objetivo que sea realista, si te propones imposibles no te haces ningún favor. El objetivo no tiene que ser de pérdida de peso, por ejemplo: subir las escaleras de casa sin quedar asfixiarte, ser capaz de cruzar las piernas/brazos, disminuir el dolor de rodillas, poder jugar con tu nieto en el parque…, busca ese que realmente te llene y te motive. Escríbelo y ponlo en un sitio donde lo puedas ver a diario, para recordarte el objetivo final de ese esfuerzo que estas haciendo y no perder la motivación pues es lógico que haya días buenos y no tan buenos.

Primero de todo párate un momento antes de tirar la toalla, plantéate las cosas de otra forma. No es necesario que empieces tu cambio de hábitos torturándote con esas salidas que quizás para tí sean la parte más complicada de todo el proceso.  Hay muchas acciones en el día a día sobre las que actuar y que, aunque de entrada no veas una bajada de peso rápida, van a ayudar a que vayas cogiendo confianza, seguridad, levantes ese estado de ánimo pues ves que eres capaz de ir haciendo pequeñas variaciones que a la larga van a ser interesantes; quizás te sirvan para mejorar las digestiones, para que la próxima analítica dé mejores resultados, para ser ejemplo para tu familia e incluso más importante todavía para mejorar tu autoestima.

«Márcate un objetivo que sea realista, escríbelo y ponlo en un sitio donde lo puedas ver»

En ningún momento estoy diciendo que te vaya a resultar sencillo, hay gente a la que le resulta más fácil que a otra, pero eso no quiere decir que no tengan que hacer un esfuerzo. Somos animales de costumbres, todo lo que nos suponga salir de nuestra rutina o de nuestra zona de confort, nos va a suponer un esfuerzo y cierto grado de inseguridad.

Algo de lo que todavía no te he hablado y es la base de todo el proceso de cambio es la confianza en ti misma. Es imprescindible que seas tu mayor y más fiel admiradora, que te lo creas y que, aunque en un momento dado no cumplas lo que te has marcado no te fustigues y te hundas sino todo lo contrario perdónate y piensa que no tienes que ser perfecta. Utiliza ese desliz para pensar que estrategia puedes seguir la próxima vez y evitar así que te vuelva a ocurrir.

Todo esto que te acabo de contar te va a servir para asentar una buena base antes de empezar a trabajar en ese cambio y te ayudará a no rendirte a la primera ocasión que no lo hagas perfecto, además de que va a incrementar mucho las posibilidades de éxito pues estarás luchando por un objetivo que realmente QUIERES CONSEGUIR.

Y para cerrar este post, una cosa más, el mejor momento para empezar es aquel en el que tú te encuentres preparada, no es una época del año o un día de la semana. Recuerda que después de Navidades vienen Carnavales, en verano llegan las fiestas de los pueblos, vacaciones…, el lunes, la semana que viene, después de… luego vas a tener cumpleaños, una boda, una celebración… estas son solo excusas que buscamos parar justificar el no hacerlo con lo cual nunca sería buen momento para empezar.  Eres tú quien tiene que decidir empezar porque te apetece, quieres hacerlo y consideras que es el momento perfecto aun estando en mitad de agosto o en plenas navidades, siempre es el momento perfecto si así lo decides

P.D.: escribo en femenino porque la mayor parte de la gente que llega a este blog son mujeres, pero es perfectamente válido en masculino, pues no solo nosotras nos cuidamos y tenemos estos problemas e inseguridades.

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