¿Has oído hablar de la educación nutricional? ¿sabes qué es o te suena a chino? Hayas oído o no hablar de ello, si te interesa descubrir en qué consiste y cómo te puede ayudar tanto a bajar de peso como a mejorar tus hábitos y los de tu familia no dudes en continuar leyendo, en las próximas líneas te lo explico.
Aunque poco a poco va desapareciendo aún existe la creencia de que para mejorar hábitos o bajar de peso es necesario:
- contar las calorías que consumimos diariamente con el engorro de tener que estar siempre con la báscula de cocina para preparar la comida y poder pesar todos los alimentos que vas a cocinar.
- eliminar hidratos de carbono de la alimentación (arroz, pasta, patatas, pan, ciertas frutas…).
- cocinar todo cocido o a la plancha.
- desterrar el chocolate.
- beber 2 litros de agua al día.
Seguro que se te ocurren muchas más, pero la lista puede ser interminable y no te quiero aburrir.
La educación nutricional en niños como en adultos consiste en ofrecerte las herramientas para que puedas coger las riendas de tu alimentación sin estar dependiendo toda tu vida de menús/dietas por escrito que tengas que seguir a rajatabla y que te vayas a sentir culpable si no lo haces.
Herramientas
Cuando hablo de herramientas me estoy refiriendo a que aprendas a:
- Buscar información en blogs de calidad
Internet es un arma de doble filo. Recuerda que cualquiera puede escribir lo que le dé la gana sin que pase ningún filtro con los riesgos que eso puede llevar. Y, en nutrición, como en cualquier otra especialidad, hay gente que sin estudios considera que lo sabe todo y puede ir divulgando información sin ninguna veracidad, lo que puede generar muchos problemas de salud. - Romper muchos mitos que circulan por las redes
Existen gran cantidad de cosas que se dicen sobre la alimentación que no son ciertas, algunas porque con los años se fueron haciendo estudios y se vio que eran erróneas, pero siguen estando ahí y otras porque personas con diferentes intereses, especialmente económicos, se han dedicado a divulgar para engrosar su bolsillo. - Leer etiquetas
Es importante porque el súper está lleno de productos envasados que te bombardean con información que seguramente no controles y te dejes llevar por lo primero que te llama la atención. Esto puede parecer una misión imposible pero con conocer unos puntos básicos puedes hacer una elección mucho más consciente y saludable tanto para ti como para tu familia. - Gestionar las comidas sociales
Cuando empiezas tu cambio de hábitos generalmente se cumple la “Ley de Murphy” y salen comidas y cenas hasta debajo de las piedras. Es muy interesante que aprendas a gestionarlas, marcarse objetivos, planificarlas para que no desbaraten todas tus intenciones y una vez más te frustres, lo dejes todo y eches tu autoestima por tierra. Eso sí, olvídate de decir siempre que no vas y encerrarte en casa, una alimentación para que sea saludable requiere ser flexible y compatible con estos eventos. - Comer de una forma más consciente
¿Eres de las que come rápido por costumbre? ¿Te paras a saborear los alimentos? ¿Disfrutas del momento de la comida o es una rutina más del día a día? En muchas ocasiones, seguramente ni seas consciente de lo que has comido, qué ingredientes llevaba, que sabores tenía o incluso qué cantidad. Parar dos minutos y ser consciente de todo esto va a ser de gran ayuda en el proceso. - Cómo controlar las cantidades y repartirlas en el plato
Es posible que en general la alimentación que llevas no sea mala pero que le fallen las cantidades de cada grupo de alimentos, por lo que trabajar este aspecto sería fundamental para alcanzar tu objetivo. - Ser flexible
A lo mejor para ti en este momento esto no tiene sentido, porque estás acostumbrada a seguir lo que pone el papel que te dieron a raja tabla, pero es algo imprescindible. La flexibilidad en la alimentación te permite disfrutar del proceso, evitar la frustración y que no poder hacer las cosas un día como a ti te gustaría no suponga un fracaso sino una parte más del proceso que te acercará a tu objetivo.
Estas son solamente algunas de las herramientas que vas a conseguir con la educación nutricional. Todo ello en conjunto te va a permitir alcanzar ese cambio de hábitos que llevas tanto tiempo queriendo hacer y lo mejor de todo, lo podrás mantener a la larga en el tiempo ya que existe flexibilidad, lo vas a disfrutar y se va a adaptar a tí y a tus necesidades.
Si has intentado bajar de peso en múltiples ocasiones y siempre lo has hecho siguiendo una dieta que te han pautado, y el resultado ha sido el mismo, es decir, muy bien mientras sigues el papel y en cuanto dejas el papel vuelves al punto de partida, te animo a que la próxima vez pruebes con educación nutricional te sorprenderá y obtendrás un resultado muy positivo.